
Mientes, juegas sucio, engañas, haces trampas, pero conozco los ases que te guardas en la manga. El mal es invisible, listo y frío como el hielo, se esconde en los parques tras los grandes rascacielos. Notas la mentira como respira, sientes como la ira fijamente te mira, observas la codicia que gira en torno a tu generación mientras en un rincón te pones ciego de ron. Es el demonio aunque se que no me crees. El demonio camuflado en el asfalto ¿no lo ves?
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